AIMS. To estimate the proportion of adult patients in primary care with a positive screening test for attention deficit hyper­activity disorder (ADHD) and to analyse their characteristics.

PATIENTS AND METHODS A cross-sectional descriptive study was performed in nine primary care clinics in the province of Tarragona. The sample consisted of 432 consecutive patients in primary care who visited for any reason, with ages ranging from 18 to 55 years. Screening for ADHD was carried out by means of the Adult ADHD Self-Report Scale (ASRS). Data about functional impact (Sheehan Disability Inventory) were obtained and a review of the patient records provided data concerning psychiatric comorbidity and the consumption of psychopharmaceuticals.

RESULTS The percentage of positive results in the screening tests was 19.9% (95% CI = 16.4-23.9%). Taking into account the sensitivity and specificity of the ASRS, the ‘real’ prevalence was estimated to be 12.5% (95% CI = 8.2-16.8%). None of these patients were diagnosed or treated for ADHD. Positive screening tests are associated with occupational, social and familial dysfunction, and greater perceived stress. There is also a higher level of comorbidity with affective disorders and substance abuse, as well as greater use of psychopharmaceuticals.

CONCLUSIONS Screening for ADHD in adult patients in primary care gives rise to a notably high proportion of positive screening test results, which suggests that there could be a significant prevalence of patients with ADHD. These data contrast with the absence of this diagnosis in the patient records. Further research is needed to determine the usefulness of the diagnosis of ADHD and the possible role that must be played by primary care.

Objetivo Estimar la proporción de pacientes adultos de atención primaria con cribado positivo para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) y estudiar sus características.

Pacientes y métodos Estudio descriptivo transversal realizado en nueve consultas de atención primaria de la provincia de Tarragona. La muestra estuvo formada por 432 pacientes consecutivos de atención primaria visitados por cualquier motivo, con edades entre 18 y 55 años. El cribado para TDAH se realizó mediante la Adult ADHD Self-Report Scale (ASRS). Se obtuvieron datos sobre impacto funcional (Sheehan Disability Inventory) y, mediante revisión de historias clínicas, datos sobre comorbilidad psiquiátrica y consumo de psicofármacos.

Resultados Se obtuvo una proporción de cribados positivos del 19,9% (IC 95% = 16,4-23,9%). Considerando la sensibilidad y especificidad de la ASRS, la estimación de la prevalencia ‘real’ fue del 12,5% (IC 95% = 8,2-16,8%). Ninguno de estos pacientes estaba diagnosticado o tratado por TDAH. El cribado positivo se asocia a disfunción laboral, social y familiar, y a mayor estrés percibido. También hay mayor comorbilidad con trastornos afectivos y consumo de sustancias, así como un uso más elevado de psicofármacos.

Conclusiones El cribado del TDAH en pacientes adultos de atención primaria da lugar a una llamativa elevada proporción de cribados positivos, lo que indica que puede haber una prevalencia relevante de pacientes con TDAH. Estos datos contrastan con la nula presencia de este diagnóstico en las historias clínicas. Es necesario profundizar en la investigación para determinar la utilidad del diagnóstico de TDAH y el eventual papel que debe asumir la atención primaria.