La exposición laboral a los campos electromagnéticos podría duplicar el riesgo de desarrollar esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Ello afectaría a instaladores de compañías eléctricas, soldadores o personal de aviación.
Los investigadores revisaron los datos de 58.279 hombres y 62.573 mujeres, de 55 a 69 años, que participaron en 1986 en un estudio nacional sobre la salud en los Países Bajos y fueron seguidos durante 17,3 años. Encontraron 76 hombres y 60 mujeres que fallecieron de ELA, y los compararon con una cohorte de 4.166 personas elegidas al azar. Se usaron las descripciones detalladas de sus empleos para determinar si una persona se habría expuesto a disolventes, pesticidas, metales, campos electromagnéticos o descargas eléctricas que pudieran aumentar el riesgo de ELA.
Se observó que las personas con una alta exposición a campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja tenían más del doble de probabilidades de desarrollar ELA (hazard ratio: 2,19; IC 95%: 1,02-4,73). Además, los sujetos con la mayor exposición acumulada (largos períodos combinados con una intensidad alta) tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar ELA (hazard ratio: 1,93; IC 95%: 1,05-3,55).
Otros factores ocupacionales solamente se asociaron de forma débil con el riesgo de ELA y los investigadores no encontraron evidencias claras de que el riesgo aumentara con unos niveles más altos de exposición.
Palabras claveCampos electromagnéticosEsclerosis lateral amiotrófica CategoriasNeurodegeneración