Una prueba que combina los electroencefalogramas (EEG) y unos algoritmos determinados puede ayudar a identificar el desarrollo futuro de un trastorno del espectro autista (TEA) en niños menores de 1 año.
El uso de los algoritmos permite encontrar patrones distintivos en las señales de EEG y, así seleccionar entre los niños aquellos que están en el grupo de alto riesgo. La precisión en la identificación de la enfermedad con esta técnica ,observada en un trabajo publicado recientemente en la revsita BMC Medicine, entre niños de 9 meses de edad con un alto riesgo de sufrir autismo conocido, debido a que tienen un hermano mayor diagnosticado con un TEA, fue del 77%.
Aunque la tasa de precisión entre grupos era aún mayor cuando se buscaba específicamente entre los niños con 9 meses de edad, se mantuvo significativamente elevada en los niños de 18 meses, y la tasa de precisión más alta era para las niñas de 6 meses de edad.
En base a los resultados parece que existe un endofenotipo o características del autismo familiares que son particularmente evidentes en la actividad eléctrica del cerebro a los 9 meses.
Palabras claveAlgoritmoselectroencefalogramasNiñosTrastorno del espectro autista CategoriasNeuroimagenNeuropediatría
