El electroencefalograma (EEG), que muestra la actividad eléctrica del cerebro, podría usarse para detectar el autismo en los niños, sugiere un estudio publicado en BMC Medicine, tras observar la sincronización de la actividad cerebral entre distintas regiones del cerebro.
En el estudio se compararon medidas de EEG de 463 niños diagnosticados de trastorno del espectro autista y 571 niños control. Se halló que ambos grupos presentaban extensas diferencias en términos de conectividad cerebral. El EEG reveló que los niños con autismo tenían una conectividad de rango corto reducida, lo que indica un mal funcionamiento de las redes locales del cerebro, sobre todo en las regiones del hemisferio izquierdo, encargadas del lenguaje. Los niños con trastorno del espectro autista mostraban una mayor conectividad entre regiones del cerebro que estaban a mayor distancia, lo que podría constituir un mecanismo desarrollado para compensar la reducción de la conectividad a corta distancia.
El estudio concluyó que el uso de pruebas de EEG podría ayudar a diagnosticar el autismo en los niños y mejorar la detección precoz en los recién nacidos, incorporando tratamientos más eficaces.
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