Un reciente estudio ha descrito la frecuencia de consumo de alcohol y
tóxicos en pacientes con traumatismo craneoencefálico (TCE) y ha valorado su
relación con los trastornos neuropsiquiátricos, la funcionalidad y la
sobrecarga del cuidador.
La muestra constaba de 156 pacientes con historia de TCE
moderado y grave. Se determinó el consumo previo de alcohol y tóxicos. A los
informantes de los pacientes se les administró el inventario neuropsiquiátrico
(NPI) y la escala de sobrecarga del cuidador de Zarit. La funcionalidad de los
pacientes se valoró mediante la escala de puntuación de discapacidad (DRS) y la
escala de coma de Glasgow extendida (GOSE). Del total, 36
pacientes (23%) eran consumidores habituales de alcohol y otros tóxicos antes
del traumatismo. Las alteraciones neuropsiquiátricas fueron más frecuentes y
graves en el grupo de consumidores habituales, en especial la irritabilidad y
la agitación-agresividad. Sus cuidadores percibieron una sobrecarga mayor.
Después del TCE, 16 pacientes (44,4%) recayeron en el consumo.
El
estudio concluye que el antecedente de consumo de alcohol y tóxicos es
frecuente en pacientes que han sufrido TCE y constituye un factor de riesgo para
el desarrollo de alteraciones conductuales. Se necesitan intervenciones más
activas encaminadas a la detección de estos casos y a la prevención de recaídas
tras el traumatismo
Palabras claveTrastornos metabólicos y tóxicosTraumatismos CategoriasDependenciasNeuropsiquiatríaTraumatismos