Un equipo de neurocientíficos ha descubierto una vía neuronal que subyace a comportamientos emocionales críticos para la supervivencia. La nueva investigación ha identificado una cadena de conexiones neuronales que vincula el circuito de supervivencia central a la médula espinal, haciendo que el cuerpo se paralice al experimentar miedo.
Una importante región del cerebro, la sustancia gris periacueductal, es responsable de cómo humanos y animales responden al peligro. Esta sustancia, que rodea el acueducto cerebral en el mesencéfalo, puede desencadenar respuestas como la paralización, un alto ritmo cardíaco, el aumento de la presión arterial o el deseo de huida o de luchar. La investigación ha descubierto una vía cerebral que se extiende desde la sustancia gris periacueductal a una parte muy localizada del cerebelo, denominada pyramis, y ha demostrado que la pyramis está involucrada en la generación del comportamiento de paralización cuando las redes centrales de la supervivencia se activan, ante situaciones amenazantes innatas o aprendidas. Hay un creciente consenso en que la comprensión de los circuitos neuronales subyacentes a la conducta por miedo es un paso fundamental para el desarrollo de tratamientos eficaces para aquellos cambios de comportamiento asociados con los trastornos emocionales, como la ansiedad, el pánico o las fobias.
Los autores concluyen que el cerebelo es un objetivo prometedor de futuras estrategias terapéuticas destinadas a gestionar la desregulación de los estados emocionales propia de trastornos de pánico y fobias.
Palabras clavemiedoSustancia gris periacueductal CategoriasNeuropsiquiatría