Los adolescentes son más propensos a empezar a fumar o a beber alcohol con cada síntoma adicional que presenten del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) o del trastorno disocial, según una nueva investigación.
El equipo analizó los datos de 2.517 adolescentes, de 12-15 años, de una encuesta nacional estadounidense realizada a sus padres entre 2000 y 2004. En primer lugar, se identificó a los adolescentes con un diagnóstico de TDAH o trastorno disocial, y también a los no diagnosticados pero que presentaban síntomas. Entonces, se comparó el consumo de tabaco y alcohol entre los adolescentes, en busca de un vínculo entre los síntomas de TDAH o trastorno disocial y el consumo de sustancias. El 45% de los niños presentaban al menos un síntoma de TDAH y casi un 15% tenían al menos un síntoma de trastorno disocial.
Por cada síntoma de TDAH adicional relacionado con la desatención (pero no la hiperactividad o la impulsividad), el riesgo de consumo aumentaba un 8-10%. De forma parecida, cada síntoma adicional de trastorno disocial se relacionó con un aumento de un 31% de probabilidades de consumo de tabaco.
A un 1,5% de adolescentes se les diagnosticó tanto un TDAH como un trastorno disocial. Estos adolescentes tenían unas probabilidades más de tres veces mayores de consumir tabaco o alcohol, incluso tras considerar las diferencias según la edad, la etnia, el sexo, los ingresos del hogar o la convivencia con una persona que fumara.
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