La proteína NBS1 (Nijmegen breakage syndrome 1), que tiene un papel clave en la reparación de los daños del ADN, es también un factor crítico para impulsar la actividad funcional en los macrófagos. La proteína estudiada está implicada en el síndrome de Nijmegen –una enfermedad rara de base genética que causa inmunodeficiencia, cáncer y retrasos en el desarrollo– y en otros trastornos relacionados, como la ataxia-telangiectasia.
La proteína NBS1 desempeña un papel clave en la señalización celular y la reparación del ADN de doble cadena. En el nuevo trabajo, los científicos han examinado el papel de NBS1 en la actividad funcional de los macrófagos, unas células del sistema inmunitario capaces de producir grandes cantidades de especies reactivas de oxígeno que pueden causar lesiones del ADN. La investigación se ha llevado a cabo con un modelo de ratón knockout modificado genéticamente.
Cuando se activan los macrófagos con estímulos proinflamatorios (IFN-γ o LPS), la ausencia de NBS1 hace que se produzcan roturas en el ADN. Así pues, en los ratones knockout, los macrófagos proliferan menos, y hay un retraso en su diferenciación y un aumento de la senescencia. Además, estas células muestran mayor expresión de citocinas proinflamatorias, moléculas que favorecen procesos y patologías de perfil autoinmunitario en los modelos in vivo de procesos inflamatorios.
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