Los niños con trastornos del espectro autista (TEA) podrían tener un riesgo más alto de obesidad o de sobrepeso, y estas diferencias en el peso se observan ya en la edad preescolar.
Para el estudio, los investigadores pesaron y midieron a 5.053 niños de 2 a 17 años con TEA. Se comparó el índice de masa corporal (IMC) de cada niño con el rango esperado según la edad y el sexo. Los niños con un IMC igual o superior al percentil 95 se consideraron obesos, y con un IMC igual o superior al percentil 85, que tenían sobrepeso. En total, el 33,6% de los niños con TEA tenían sobrepeso, en comparación con el 32% de la población general, y el 18% de los niños autistas eran obesos, frente al 17% de la población general.
Las diferencias fueron más sorprendentes en la edad preescolar y la adolescencia. En comparación con otros niños de su edad, los niños autistas de 2-5 años eran más propensos a ser obesos: 16% frente a 10%. Y los adolescentes con TEA también presentaban un riesgo más alto de obesidad que sus pares: 26% frente a 20%.
Los investigadores recabaron información sobre la conducta, las capacidades mentales, el consumo de medicamentos y otras afecciones médicas de los niños. A medida que las puntuaciones en escalas de problemas del sueño y dificultades conductuales aumentaban, lo mismo sucedía con el riesgo de obesidad.
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