Recientemente se ha descrito un grupo de pacientes dentro de la esquizofrenia que presenta diferentes características cerebrales estructurales y funcionales y una distinta evolución clínica.
El equipo científico estudió a 121 pacientes con esquizofrenia (64 de primer episodio), 22 pacientes con trastorno bipolar y un grupo control de 60 sujetos sanos. Los investigadores partieron del estudio de la estructura del cerebro con resonancia magnética y seleccionaron tres parámetros estructurales: el grosor cortical, el área de la corteza y la curvatura. Una vez distinguidos algunos grupos de pacientes con determinados patrones anormales de grosor cortical, área y curvatura, se analizaron otros datos biológicos, como el consumo de glucosa, el potencial evocado P300, sus datos clínicos o su evolución.
Se comprobó que 24 pacientes esquizofrénicos (12 de ellos crónicos y 12 de primer episodio) se segregaban claramente de los demás. Este grupo diferenciado se caracterizaba por una curvatura media claramente mayor en la corteza, es decir, un cerebro más encogido, con rugosidades, y menor grosor cortical. Este grupo también presentaba alteraciones metabólicas que no mostraban los demás pacientes con esquizofrenia, en concreto, un consumo de glucosa bastante menor en dos regiones importantes, el estriado y el tálamo. En ellos, los síntomas negativos (falta de interés por las cosas, problemas para relacionarse o incapacidad de mantener la atención) empeoraron con el paso del tiempo, mientras que en los demás casos mejoraron levemente.
Palabras claveEsquizofrenia CategoriasNeuropsiquiatría