Un grupo de científicos ha revelado el papel que desempeñan los receptores delta opioide (DOR) en la sensación placentera obtenida al ingerir comida apetitosa. Es la primera vez que se estudia la posible implicación de este receptor en los trastornos alimentarios y la obesidad.
Los investigadores examinaron los receptores DOR en la respuesta de recompensa y en los cambios en la plasticidad cerebral inducidos por la comida apetitosa. Para ello, utilizaron ratones transgénicos que carecían genéticamente de este receptor. Los resultados revelan la implicación de los receptores DOR en los efectos de recompensa, motivación y comportamiento impulsivo inducidos por el chocolate. Los ratones que carecían de receptores DOR parecían haber perdido la motivación hacia el chocolate, mostrando un descenso en el comportamiento compulsivo que el chocolate puede provocar en los ratones normales. Este cambio se acompañó de una alteración en la plasticidad neuronal en las áreas cerebrales que controlan dicho comportamiento, que también resultó dependiente de los receptores DOR.
Así pues, los receptores DOR están implicados en las propiedades motivacionales y la pérdida de control de la conducta que puede producir la comida apetitosa, así como en las respuestas impulsivas asociadas con la búsqueda de esta comida, dependientes todas ellas del sistema de recompensa del cerebro.
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