Tener un peso corporal más bajo podría aumentar el riesgo de una persona anciana de padecer enfermedad de Alzheimer (EA), ya que se ha vinculado con una mayor presencia de placas amiloides en el cerebro.
La investigación incluyó a 280 personas sanas de 62 a 90 años, con una función mental normal. Los participantes se sometieron a exámenes físicos, análisis genéticos y pruebas cerebrales de neuroimagen. Según los investigadores, existía un vínculo entre un índice de masa corporal (IMC) más bajo y unos depósitos más grandes de proteína β-amiloide en el cerebro. Ese vínculo era particularmente fuerte en las personas con la variante genética APOE4, que se sabe que aumenta el riesgo de EA. La interacción IMC × APOE4 también fue significativa (β = –0,14; p = 0,04)
Una explicación probable de la asociación es que un IMC bajo constituye un indicador de fragilidad, un síndrome que involucra un peso reducido, un movimiento más lento y la pérdida de fuerza, y que se sabe que se asocia con la EA.
Palabras claveAlzheimerIMC CategoriasDemenciaNeurodegeneraciónNeurogeriatría