Una dieta saludable y ejercicio regular podrían ser esenciales para mantener el cerebro libre de los cambios que conducen a la enfermedad de Alzheimer (EA), según un pequeño estudio.
Los investigadores estudiaron a 44 pacientes con una edad media de 62,6 ± 10,7 años (rango: 40-85 años), que manifestaban quejas subjetivas de memoria (n = 24) o deterioro cognitivo leve (n = 20). Los pacientes se sometieron a tomografías por emisión de positrones para determinar los niveles de depósitos de proteína amiloide en el cerebro. Los científicos observaron específicamente los niveles de los depósitos de la proteína en los espacios entre las células nerviosas, además de los nudos, que son ovillos de la proteína tau dentro de las células del cerebro. Ambos son indicadores de EA. Se halló que ciertos factores del estilo de vida, como un índice de masa corporal saludable, la actividad física y una dieta mediterránea se vinculaban con unos niveles más bajos de placas y nudos de proteína amiloide.
Numerosos estudios han sugerido que un estilo de vida saludable se relaciona con un menor encogimiento cerebral y unas tasas más bajas de atrofia en el tejido del cerebro, pero este es el primer estudio en mostrar la forma en que los factores del estilo de vida influyen de forma directa en los niveles de depósitos anómalos de proteína en el cerebro que se han vinculado con la EA. Además, los sujetos del estudio eran personas con pérdida sutil de la memoria que todavía no habían sido diagnosticadas de demencia.
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