Un caso de glaucoma agudo tras iniciar un tratamiento con topiramato en el Hospital Clínico Universitario de Valencia lleva a considerar que debe advertirse a los pacientes de posibles trastornos oftalmológicos que puede causar dicho tratamiento, y que pueden resultar graves.
El topiramato es un fármaco antiepiléptico que ultimamente se emplea también para la prevención de la migraña. Entre los efectos secundarios se considera excepcional la aparición de trastornos oculares.
En este caso publicado en Revista de Neurología, un paciente tratado con este fármaco para prevenir la cefalea migrañosa presentó un glaucoma agudo grave que desapareció tras dos días de adecuado tratamiento para reducir la presión ocular y la retirada del topiramato. Se desconoce la vía por la cual el fármaco produce estos cambios oculares, aunque se cree que actuaría inhibiendo algun enzima responsable de la ósmosis intraocular.
Aunque sea un efecto adverso muy poco frecuente, al prescribir el fármaco, debe advertirse al paciente de que suspenda el tratamiento si nota alguna alteración oftalmológica, sobre todo en el caso de niños y ancianos, en quienes los síntomas podrían ser más difíciles de comunicar y acabar produciendo ceguera.
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