Un estudio ha descrito la información aportada por el dúplex color transcraneal (DCTC) en pacientes con ictus isquémico agudo y ha analizado la relación entre los hallazgos del DCTC, la gravedad y el pronóstico, así como su utilidad en la toma de decisiones terapéuticas.
Los investigadores han observado los DCTC realizados a pacientes con ictus agudo de menos de seis horas de evolución, han recogido la existencia de oclusión arterial empleando las clasificaciones TIBI (Thrombolysis in Brain Ischemia) y COGIF (Consensus on Grading Intracranial Flow Obstruction), han determinado la recanalización arterial a las 24 horas del ictus empleando dichos criterios y han considerado como buena evolución funcional puntuaciones en la escala de Rankin de 0 a 2 a los tres meses.
Se han realizado DCTC en 104 pacientes, 85 tratados con trombólisis intravenosa, y se objetivó oclusión arterial en el 79,8%. La detección de una oclusión arterial mediante DCTC permitió indicar tratamiento endovascular en el 23,1% de los pacientes. La presencia de oclusión arterial se asoció a mayor gravedad del ictus. Se detectó recanalización arterial en el 44,1% según los criterios TIBI y en el 45,8% según los criterios COGIF. El 80,8% de los pacientes que recanalizaron y sólo el 39,5% de los que no recanalizaron obtuvieron una buena evolución funcional a los tres meses. La recanalización dependió de la localización de la oclusión arterial.
Según los autores, el DCTC es útil para la detección y la localización de una oclusión arterial en los pacientes con ictus agudo. Aporta información pronóstica valiosa y permite seleccionar pacientes para el empleo de terapias endovasculares. La información aportada por las clasificaciones TIBI y COGIF es equiparable, y ambas pueden ser de utilidad para la detección de una oclusión arterial.
Palabras claveDúplex color transcranealIctus agudoOclusión arterial CategoriasPatología vascular