Un grupo de investigadores ha comprobado que ciertos defectos epigenéticos favorecen el desarrollo de patologías como la enfermedad de Claes-Jensen o el síndrome de Rett, ambas ligadas al cromosoma X y asociadas a discapacidad intelectual y trastornos del espectro autista. La clave reside en la proteína Kdm5c, que en la vida adulta actúa como ‘vigilante del genoma’ para evitar la aparición de cáncer o trastornos mentales.
El trabajo muestra que Kdm5c desempeña un papel esencial en el desarrollo embrionario, restringiendo la expresión génica durante la diferenciación y maduración neuronal. Además, lleva a cabo una labor de vigilancia del genoma que impide la transcripción en momentos inadecuados no sólo durante el desarrollo embrionario, sino también en las neuronas adultas. Sin esta regulación por parte de Kdm5c se produce una expresión génica ‘ilegítima’ que probablemente contribuye al desarrollo de la enfermedad de Claes-Jensen.
En ratones modificados genéticamente que carecen del enzima Kdm5c, los mecanismos de silenciamiento o inactivación no funcionan bien y los genes de la línea germinal se siguen expresando incluso en las neuronas del animal adulto, donde normalmente no lo hacen. Es decir, se expresan de forma ilegítima fuera de tiempo y de lugar.
Palabras claveClaes-Jensencromosoma XKdm5cSíndrome de Rett CategoriasNeurociencia básicaNeuropediatríaNeuropsiquiatría