Tras un ictus hemorrágico, los pacientes negros e hispanos parecen ser menos propensos que las personas blancas a quedar con una discapacidad o a fallecer en los tres meses posteriores.
La investigación recogió datos de 418 personas, un 69% de sexo masculino, con una edad media de 43 años, que sufrieron un ictus hemorrágico. De ellos, 48 (12%) eran blancos, 173 (41%) eran negros y 197 (47%) eran hispanos. Los pacientes fueron divididos en dos grupos: en uno, los pacientes no tenían síntomas, mostraban una discapacidad moderada o podían caminar sin asistencia, y en un segundo grupo, con peores resultados funcionales, se incluyeron los que sufrían una discapacidad más grave y no podían caminar sin ayuda, o habían fallecido.
Se encontró que un 52% de los pacientes blancos estaban incluidos en el grupo de peores resultados funcionales tras el ictus, en comparación con un 35% de los pacientes negros y un 31% de los hispanos. En comparación con los blancos, los pacientes negros tenían un riesgo un 58% más bajo de un resultado malo, y los pacientes hispanos, un 66% más bajo.
Incluso tomando en cuenta los factores que afectan a los resultados, como el tamaño inicial y la expansión del sangrado en el cerebro, la raza y la etnia seguían siendo factores de predicción independientes de la recuperación funcional de los pacientes.
Palabras claveIctusRaza CategoriasPatología vascular